viernes, 27 de mayo de 2011

LA CABRA

27 de Mayo de 2011. Plaza de Toros de Las Ventas:

La cabra, la cabra, la puta de la cabra, la madre que la parió. Yo tenía una cabra y ¡en Las Ventas se lidió! ¡Cabreros del mundo! ¡unios, porque en la monumental de Las Ventas tendréis vuestra gran oportunidad!...
Tengo vistos treinta y tantos San Isidros, y nunca jamás he visto lidiar tanta cabra como este año. Lo de ayer fue bochornoso: el segundo y tercero de Las Ramblas, el sobrero devuelto de Ortigao y el sobrero de José Luis Iniesta, eran impresentables. Solo protestó el tendido siete. Claro, a los beneficiarios y beneficiarias de las entradas regaladas, y a los frívolos y frívolas de los bajos de sombra, el trapío de las reses les trae al pairo: no distinguen un toro de lidia de un basset hound. Desde luego, presidentes y veterinarios se están luciendo. Están dejando la plaza de Madrid a la altura del betún.
Y la mala presentación de los toros es una razón de mucho peso para que los Choperitas se vayan de una vez. Si este año de superabundacia de toros en el campo, traen esta basura, es porque son unos improvisadores y chapuceros. Imprevisión total. ¿Quién va a ver los toros al campo? Tengo la impresión, además, de que los Choperitas se gastan menos en toros que un ruso en catecismos cuando mandaba el padrecito Stalin. Y que tome nota la Comunidad de Madrid: cuando se exige mucho dinero por el piso de plaza, la empresa de turno reduce gastos en la materia prima y así, la avaricia rompe el saco.
Doña Esperanza: sepa usted que le he dado mi voto por asuntos muchos más graves que los temas taurinos, pero en lo que se refiere a la plaza de Las Ventas, la nota que merece es la de “muy deficiente”. A ver si se pone las pilas, hace un pliego como Dios manda, y concede la plaza a la mejor oferta, no a los amiguetes.
Muy poco que decir sobre la corrida de ayer. El Cid no mató ninguno de Las Ramblas. El primero de Pepe Vázquez fue muy noble y se dejó torear. El Cid, sin echar a correr como en otras ocasiones últimamente, no terminó de confiarse ni de ligar los pases. Solo hubo un natural y un gran pase de pecho. Muy poco. El cuarto fue un becerro de José Luis Iniesta, que aguantó una serie. Cuando el toro se para y hay que provocarlo, el Cid no se decide a hacerlo. Así que a otra cosa mariposa.
Ya sé que El Fandi tiene muy mala prensa, pero estuvo muy por encima de un lote muy parado y muy mirón. Sacó muchos pases limpios y ligados. Esto es así, aunque no quiera verlo casi nadie. Con las banderillas, arena y cal: clavó muy pasado en su primero y bastante más ajustado en su segundo.
Arturo Saldívar estuvo bien con su primer novillo, que embestía con la cara alta y punteando. Saldívar mostró firmeza y buenas maneras. Con el sexto, este sí era un toro, el único toro auténtico del festejo, estuvo menos bien. Animoso, pero si decidirse a tragar ni dar el último paso. Era un toro muy parado, aunque tenía posibilidades sobre todo por el pitón izquierdo y, cuando embestía, lo hacía fuerte y con todo. Un toro muy exigente. A Saldívar le costó matarlo. Y la gente, tras dos horas y media de corrida, estaba hasta las narices.
¡Por favor, que Las Ramblas no vuelvan en una temporada larga! Son garantía de sobreros, por su flojedad y mala presentación, y de aburrimiento por su nula raza. Menos mal que mañana será otro día

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