domingo, 26 de junio de 2011

COLABORACIONES AMIGAS: CRÓNICA DE BILBAO DEL 25 DE JUNIO DE 2011

"DEL ÁLAMO SE IMPONE POR SU BUENA CABEZA"
Por Fernando José Sánchez Vindel

FICHA: Bilbao, plaza de toros de Vista Alegre. Sábado 25 de Junio. Con tiempo muy caluroso y un quinto de plaza en los tendidos se celebró la inauguración de la temporada con una terciada novillada del ganadero bilbaíno José Cruz Iribarren para los novilleros Juan del Álamo (sangre de toro y oro), oreja, oreja y silencio; y Victor Barrio (azul marino y oro), saludos, oreja y saludos con alguna protesta. Tras el apartado fueron presentados los carteles de las próximas Corridas Generales.

CRÓNICA: "Desde hace tiempo se han venido produciendo encontronazos en forma de mano a mano entre el salmantino Juan del Álamo y el segoviano Victor Barrio, todos ellos en plazas de nula repercusión. Sólo los verdaderos aficionados estaban al corriente de lo que se dirimía ayer en una plaza de la categoría de Bilbao, donde estos escasean. El quinto de plaza (con la inestimable colaboración de la Junta y la casa Chopera que no han movido un dedo para que la gente de a pie se enterara de que se celebraba el festejo) deja bien a las claras que este mano a mano se tenía que haber producido en Madrid durante la feria de San Isidro. Y por cierto, con una novillada con cara, no como la de ayer.
Con un público en su mayoría ajeno a la guerra abierta, esta se desató desde el primer utrero de la tarde. No perdonaron un quite, destacando uno por faroles de Juan del Álamo replicado por unas hieráticas gaoneras de Barrio tragando paquete en el reservón segundo, o unos faroles invertidos y unas gallosinas del segoviano, o un intento de torear por tijerillas y cordobinas del salmantino, o un quite de Barrio al parado quinto rematado con un farol de rodillas... También hubo vistosos galleos, sobre todo con los dos novillos buenos de la tarde, de del Álamo en el primero y de Barrio en el cuarto, muy templado.
Los dos lotes estuvieron equitativamente repartidos: en ambos hubo un novillo bueno (1º y 4º), uno malo (5º y 6º). Y uno intermedio (2º y 3º). 5º y 6º fueron los más atacados de kilos y lo pagaron, pues la corrida careció de fondo y casta, y no estaba sobrada de fuerza. El quinto se paró enseguida y del Álamo apenas pudo sacarle algún muletazo de uno en uno, y el sexto, excesivamente castigado en varas, se acabó en una serie mandona por abajo de Barrio. El primero, el bueno de del Álamo, fue de una dulzura almibarada, la madre Teresa de Calcuta. El salmantino lo administró inteligentemente en series progresivamente más largas siempre de mando y mano baja, profundas y toreras. No le dejó el novillo lucirse por el lado izquierdo, pues se metía por dentro y reponía, pero una estocada desprendida le valió la primera oreja.
El bueno de Victor Barrio fue el cuarto, con tanta clase y nobleza como el primero, pero con algo más de viveza. El novillero de el Espinar comenzó a medio gas en la primera serie para ir atacándole más progresivamente, con un toreo de gran plasticidad y hondura, cosa difícil por su gran altura pero favorecida por la largura de sus brazos. La última serie de naturales fue soberbia. Pese a un primer pinchazo una posterior estocada le dio su único trofeo. El lote medio fue el que decantó la balanza.
Barrio se encontró con un segundo bruto y desclasado, que embestía con todo, aunque humillaba. El secreto era que no enganchara y perderle un paso sin quitarle la muleta de la cara. El segoviano no hizo ninguna de las dos cosas, y el trasteo resultó sucio, vulgar y encimista. Sin embargo del Álamo con un tercero descastado se las maravilló para que no se le escapara el triunfo. Si Barrio destaca por su valor seco (además de gran elegancia cuando se relaja con un toro), del Álamo añade, a cambio de la elegancia, su técnica prodigiosa y su cabeza.
El tercer utrero llegó rajadito a la muleta del salmantino, pero a base de no quitarle la pañosa de la cara y de no atacarle demasiado por abajo logró series templadas y pintureras, y cuando no hubo más novillo tiró de inspiración, con desplantes, bernadinas, muletazos de rodillas. Una estocada desprendida pero tirándose a ley le valió la segunda oreja de la tarde para su esportón. En definitiva, la sensación final que dejaron ambos es que pueden funcionar en esto del toro, pues ambos tienen lo fundamental: valor.
Y ahora hablemos de los pésimos carteles de este año que ayer fueron presentados. Buenas ganaderías, con la excepción de Miura, en horas bajas, que yo habría cambiado por una de la paisana Dolores Aguirre, cuya ausencia de los carteles de Bilbao en la última década está absolutamente injustificada.
Vayamos con los toreros: falta una mayor presencia de las figuras y los carteles más modestos están ocupados por toreros archivistos. Si los largos seriales de Sevilla y Madrid en primavera son la gran liga regular del toreo, las Corridas Generales de agosto son la Champions League, y este año nos hemos quedado en la UEFA. Además de Ponce, Juli y Manzanares, debían estar dos tardes Morante, Talavante y Perera. Es más, yo le habría dado al Juli tres tardes tras su apoteósica pasada temporada. Es inadmisible que sólo haya un cartel rematado en toda la feria.
Y en cuanto a los modestos estamos hartos de los Bolívar, Urdiales, Leandro, Serafín Marín, Tejela, y es un abuso que Padilla venga dos tardes. ¿Dónde están Pinar, Tendero, Esaú Fernández, Alberto Aguilar, o toreros de arte como Curro Díaz? Lo más lamentable es la decadencia al monetarismo y el intercambio de cromos: Tejela está porque Simón Casas pone a Hermoso en las plazas de Chopera, que también nos han colado a su poderdante Leandro. Y como son baratos, mejor que mejor. Me temo que Vista Alegre va a seguir los pasos del Athletic, que dejó de estar gobernado desinteresadamente por la burguesía de Neguri para pasar a manos plebeyas que sólo buscan el interés económico. El Ayuntamiento cada vez tiene más poder en la comisión taurina. Don Luis Díaz de Lezana no habría consentido esto. Que la virgen de Begoña nos pille confesados.

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